En la vida hay momentos que sembrar y de cosechar. Hay rachas de resultados positivos, las hay  de resultados negativos y hay otras en que pareciera que no pasa nada. Que no se avanza. La mayoría de las personas en algún momento de su vida, fija sus sueños. Es poco probable que alguno de estos sueños sea: ser pepenador, vivir debajo de un puente, ser un don nadie, vivir frustrado, ser infeliz.  Sin embargo, hay quien quizá, esté viviendo una pesadilla o construyendo el sueño de alguien más.

Nuestro sistema educativo, tanto formativo (familia) como el académico (escuela), está orientado a creer que el objetivo último es tener mucho dinero. Versa la frase: “estudia para que consigas un buen trabajo” entendiendo por “buen trabajo” un sinónimo de “buen sueldo”; “estudia algo que te deje dinero”.

Afortunada o desafortunadamente, el dinero es el factor que mueve las motivaciones, tanto para beneficio como perjuicio de la sociedad: narcotráfico, desvío de recursos, corrupción, avaricia, etc., aunado a la idea de que tener dinero, proporciona reconocimiento y popularidad.

El dinero es importante, pero no lo es todo en la vida. Algunos dicen que esta frase es usada por aquellos que no desean el dinero en su vida o por los que necesitan una justificación por no tener dinero suficiente en sus tarjetas bancarias. Lo cierto es que con el dinero se puede llevar una vida mucho más cómoda en todos los sentidos y no existe nadie, que de manera racional, no desee poseerlo. Entonces ¿por qué  algunos lo ven pasar como agua por sus manos y viven en condiciones restringidas?

¿Recuerdan el sistema formativo? Si se hace un análisis  de las creencias que se han generado  sobre el quehacer profesional y el dinero, se haría evidente que son ésas, las que mantienen al dinero restringido. Buscar una actividad profesional por el dinero que se pueda generar en ella, sin considerar la vocación, es como un suicidio. Muchas personas, están laborando en puestos que no llenan sus expectativas más profundas, pero que deben cubrir porque necesitan comer, vestir, mantener una familia, etc.

Si empezáramos a educar a las nuevas generaciones con un paradigma diferente, uno que hablé de encontrar su pasión y prepararse para desarrollarla al máximo, todo sería diferente. Si persigues y ejecutas aquello que amas, el éxito y el dinero, llegará detrás sin ninguna duda.

El amor es la clave en todo. Amarnos, nos hará sentir merecimiento y ese merecimiento motivación para tener lo que queremos. La vida es un verdadero misterio, pero cada vez estoy más convencida de que si nuestro mundo interior está en armonía, el mundo exterior nos lo hace saber.

Nydia Luisillo Martínez

Coach de Prosperidad Emocional y acompañante en Biodescodificación

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